El drift no es un crimen. Tanda #1 en Castellolí

Vimos a Carlos con su Nissan S13 muy desenvuelto en la materia, las pasadas con las que nos deleitó fueron muy buenas.

Alejandro estrenaba color en su S14A. ¿Queréis ver como estaba antes? Un gran cambio sin duda.

El día empezaba a oscurecerse, había previsión de lluvia pero al entrar al fin de semana se esfumaron las nubes. Pero… parecía que el hombre del tiempo no acertó, aunque a Gerard y Dani les importaba poco, lo mismo da más claridad que menos para cruzar esas bestias.

Finalmente no aguantó y cayó un buen chaparrón, durante el que los fotógrafos tuvimos que refugiarnos en las oficinas del circuito escuela, y desde donde aprovechando tomamos alguna instantánea como esta de Xus con su 350z

Podemos asegurar al 100% que el ritmo no disminuyó en absoluto a lo largo de esta intensa lluvia, o como muchos dirían, lubricante para drift.

Os lo habíamos dicho. Tres amigos bailando bajo la lluvia, esto demuestra que el drift no es un crimen señores.

Así es como acabaron algunos neumáticos al finalizar el día, totalmente gastados. Y no es para menos, el nivel que pudimos ver en estas tandas gracias a Drift Catalunya y a Green Kart fue espectacular, a parte de un trato a los fotógrafos ejemplar.

Espero que quede claro que el drift no es un crimen, el drift es un deporte más que se disfruta, como norma general con amigos. Y si no tienes amigos que practiquen esta disciplina, tranquilo hay hueco de sobras en este mundo para hacer amistades que se forjan en la pista y muchas veces, fuera de ella, lo sabemos de buena tinta señores.

What do you think?

10 points
Upvote Downvote

Written by Alvaro Arroyo

Comments

Leave a Reply
  1. Yo estube ese dia y he de decir que fue impresionante el nivel que llevaban los conductores! lastima que habian algunos que les faltaba potencia, porque lo hacian realmente bien!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

tres × dos =

Loading…

0

Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio Verde. Es casi un Ferrari

Nissan Juke-R 2.0. Cuando el crossover se convirtió en bestia