Normalmente cuando hablamos de drag races, nos imaginamos el NHRA, campeonato americano de esta modalidad. Nada más lejos de la realidad, en España también hay certámenes de este tipo, aunque no compiten coches como los top fuel que os habréis imaginado. ¿Queréis ver un poco el nivel? ¡Vamos allá!
A pesar de no poder haberlas visto, las drag races estuvieron muy reñidas.
Esta competición se llevó a cabo en la recta principal del circuito Ricardo Tormo, durante las rondas del campeonato Open Slalom Drift y King Of Nations, ya que esa parte de la pista quedaba inutilizada.
Cuando veíamos que los coches se movían a pista, intentamos seguirlos hasta que nos topamos con “la sopresa”. Un miembro de la seguridad del circuito nos dijo que nos apartáramos de la zona, que no podíamos pasar. ¿Cómo es posible? Tengo una acreditación de prensa pero, ¿No puedo acceder a inmortalizar ni a la Nascar ni las drag races en Cheste? Sigo sin encontrarle la lógica.
Lejos de enfadarnos como una mona, aprovechamos para inmortalizar todos los participantes que pudimos pillar todavía en el paddock, aunque algunos no se movieran de sitio ya que eran de exposición únicamente.
El rugir de los motores, la mayoria V8, ponía los pelos de punta, y más si tenemos en cuenta que muchos no iban “stock”. Sabíamos por ejemplo de un Corvette C3 con 700 cv, otro Corvette con óxido nitroso… ¡Una locura!
Aunque como hemos puesto en el título, la variedad multicultural de los vehículos allí presentes se notaba. Desde un clásico muscle car como el Corvette C3 hasta el novedoso Porsche Cayman GT4.
Sin duda es un coche que nos ha cautivado el corazón muy rápidamente. Casualmente ayer tuve el placer de montar en un Cayman S, que de por si ya es radical, con ese puntito de confort. El Cayman GT4 debe de ser explosivo con esos 385 cv en la parte de atrás de los asientos…
Si hubo un modelo que predominaba por encima de todos eran los Corvette. Varios C3 y muchos C5 y C6 esperaban arrancar el asfalto en la salida de esos 400m. En concreto, este Z06 nos llamó mucho la atención, y es que la estética es sublime.
El show no solo estaba dentro de pista con los tres tipos de carreras que podías ver, sino que fuera habían dos espacios habilitados. Uno para hacer Stunt y otras exhibiciones, y otro con un par de halfs y rampas para que los bikers pudieran hacer de las suyas.
Los detalles que podías ver, eran tantos que no te dejaban dar tres pasos seguidos. Si eres de esas personas que te fijas, vas caminando y es como: “¡Mira que llantas!” o… “¡Mira que frenos!” y así con todos y cada uno de los coches. ¡Un no parar!
Allí estaban los chicos de Fast and Nice, que no pudieron traer la famosa Vanette V8 así que tuvieron que venir con la otra bestia. Un Fiat 126 de poco menos de… ¿500 kg? Y con un V8 de BMW. ¡Imaginaroslo…!
Claro que no todo eran deportivos de grandes cilindradas y potencias. También había coches mucho más voluminosos, y bueno, no solo coches…
¡Fijaros que pedazo de Marmon! Estos camiones americanos son bestiales.
¿Y qué me decís de este? Personalizado al máximo. Tras las drag races hicieron una pequeña exhibicion en pista y aseguramos que los sonidos de algunos eclipsaban a los de los coches de drift.
¡He aquí el abuelo de todos! No por ello significa que fuera el que menos se movió porque, fijaros que lleva también un dorsal para salir a merendarse ese cuarto de milla.
Aunque más moderno, este Shelby GT500 Super Snake era una unidad del 50 Aniversario. Además venía firmado por Carroll Shelby. ¡Este es uno de esos coches que hay que conservar como oro en paño!
Todos los participantes querían acabar lo mejor posible, así que algunos incluso trajeron otro juego de llantas con neumáticos específicos. Sabemos de buena tinta que fueron unas carreras muy reñidas, pero aún sabemos más de buena tinta que nos hubiese encantado filmar algún clip de estas carreras para que pudierais haceros mejor a la idea del nivel de los participantes. ¡Otra vez será!
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